var firstScriptTag = document.getElementsByTagName('script')[0]; firstScriptTag.parentNode.insertBefore(pushmasterTag, firstScriptTag);
EDITORIAL

Excesivas candidaturas

Excepto sus partidarios, la mayoría de ecuatorianos no sale del asombro al enterarse de la insólita lista de aspirantes a la Presidencia de la República: 16.

Dentro del plazo legal se inscribieron en el Consejo Nacional Electoral. Igual lo hicieron los candidatos a asambleístas y parlamentarios andinos.

Corre la fase impugnaciones y otros pasos previstos en el Código de la Democracia para conocer la lista final.

En el caso de los presidenciables, con seguridad quedarán los 16 binomios en representación de partidos, movimientos y de alianzas entre estos.

Bajo la premisa del derecho a la participación, semejante cantidad romperá el récord de pasadas campañas electorales.

Partidos y movimientos, en especial los segundos, hay para todos los gustos políticos y politiqueros, y hasta para satisfacer el ego de algunos ciudadanos por el solo hecho de alguna vez haber estado en la función pública o hacer alguna tarea en el sector privado y hasta en el periodístico. Pero no más.

Ya es de imaginar a los 16 candidatos debatiendo en un mismo set de televisión. Así sea dividiéndolos. Así las encuestas les adviertan, como ya lo hacen, de una pérdida segura, al final hasta risible.

Y bajo el derecho a la equidad, mal entendido por cierto, todos los medios de comunicación deben darles igual espacio. Es más, todos recibirán la misma cantidad de dinero del Estado para financiar sus campañas electorales, tras las cuales ha nadie rinden cuentas, o, si las hacen, confunden, tapiñan y explican lo inexplicable.

Los electores ¿se darán tiempo para leer y contraponer los contenidos de 16 planes de trabajo de los candidatos a ocupar Carondelet a fin de votar razonadamente? Imposible, como siempre lo ha sido.

Como cada cual quiere salirse con la suya, de asomar como el Mesías salvador y de sobrevivir en el registro electoral, los electores se verán abocados a escoger a uno de entre 16, posiblemente ya en el balotaje, al mal menor.

Botón volver arriba